miércoles, 10 de diciembre de 2008

El tiempo

Dicen que el tiempo es la fuerza más poderosa, más que el amor. El amor muere, el tiempo no, el tiempo perdura y transforma todo, nos cambia, se quiera o no. Uno cree que maneja el tiempo, hablamos de ganar o perder tiempo, de dejar pasar el tiempo, pero el tiempo pasa, lo dejemos o no. Dicen que uno cree que el tiempo lo arregla todo: “con el tiempo te va a amar”, “con el tiempo lo vas a olvidar”; pero también dicen que el tiempo no arregla nada, que el tiempo arrasa, y lo que el tiempo rompe no se arregla. El tiempo no es malo ni bueno, algunas cosas las destruye, a otras las vuelve mejores, y están las que resisten al paso del tiempo, como los sentimientos nobles, que pase lo que pase no mueren con el tiempo...

Saan


Es cuestión de tiempo. Entre desear algo y conseguirlo hay una cuestión de tiempo. El problema es que ese tiempo entre lo que deseamos y su realización puede ser eterno.
Cuando queremos algo lo queremos ya…por algo lo queremos ¿no?
La ansiedad, esa obsesión por que el futuro sea hoy, ese capricho del deseo inminente, ese fast food difícil de digerir.
Yo se que las cosas que importan de verdad necesitan tiempo. Se que no hay que apurarse, pero cuando quiero algo necesito señales claras de que eso va a llegar, sino me desespero.
La incertidumbre me mata, me vuelvo inseguro, me hace dudar de que eso que quiero tal vez nunca llegue. Tal vez por eso necesite alguna prueba de alguna certeza que calme esta ansiedad.
La tarde es larga pero es tan corta la vida y uno quiere todo ya. Tal vez por esa ansiedad uno termina perdiendo justamente eso que tanto quiere.
Las cosas que de verdad importan llevan tiempo, las cosas que valen cuestan trabajo. Por esa obsesión de que las cosas sean hoy, ya, como uno quiere, te podes perder y no ver lo que en verdad ya existe.